Estas personitas mágicas solo han sido vistas en ciertas bibliotecas y sus alrededores, siendo desconocidos los motivos por los que unas son adecuadas para ellas y otras no. Además, nunca hay muchas en el mismo lugar.
Nacen de historias que han emocionado intensamente a algún lector o tomos tratados con un cuidado especial por alguien que los ha leído. Visten páginas escritas o impresas, comen letras y beben agua de lluvia.
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