A veces parece evidente lo que uno tiene que hacer. Sin embargo la realidad es que lleva mucho inactivo a ese respecto, carente de una explicación clara a dicho comportamiento.
Aquí, ahora, con el siguiente proyecto en la punta de los dedos, soy incapaz de tomar la única decisión lógica respecto a CRISTALES ENSANGRENTADOS y LAS GRIETAS DE LA VIDA, terminados hace tanto que empieza a no resultar creíble.
Lo cierto es que tampoco estoy incómodo así, a pesar de sentirme muy orgulloso de estos dos libros de suspense y terror. Es como si, de algún modo que se me escapa, escribir y publicar no siempre tuviesen que ser actividades unidas de forma directa. Yo qué sé...
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